Estoy pensando en abandonar el deporte
José Lombo. Anaya Psicología. Publicado en La Nueva Cronica. 10/6/2014
Quienes practican, han practicado o se rodean de practicantes de algún deporte de competición conocen bien esta expresión; “Estoy pensando en dejarlo”. Es frecuente que antes de la retirada definitiva haya algún que otro "calentón" con esta idea. Las razones por las que a un deportista le asaltan pensamientos de retirada son muy variadas. Desde luego las circunstancias personales pesan mucho, las profesionales, académicas, familiares…
Dejando a un lado casos muy específicos, podemos decir que la mayoría de las veces la idea germina tras una derrota o unos resultados desfavorables. Lo que ocurre es que no se han cumplido las expectativas esperadas. Habrá que analizar si esas expectativas eran realistas o no. Con frecuencia, las expectativas no se establecen inteligentemente. Aprender a establecer objetivos ayuda a conocer no solo qué es lo que se pretende conseguir sino conocer cuál va a ser el precio que se ha de pagar para alcanzarlo. Es decir; qué renuncias y qué consecuencias deberá el deportista aceptar. De esta manera podrá reajustar los objetivos de forma que sean realistas y alcanzables. Cuando se confunden deseos con objetivos no se valora adecuadamente el esfuerzo que será necesario invertir y se desconocen los pasos que habrá que ir dando para la consecución del objetivo. Se comete el error de centrarse demasiado en el premio. Se abunda, bienintencionadamente, en desearlo fuertemente y esperar que ocurra. Se establecen así, relaciones causales entre deseo y probabilidad de éxito que realmente no existen. El deportista puede, sin ser consciente de ello, sobrevalorar su implicación y esfuerzo en los entrenamientos y no aceptará un resultado negativo como probable. Su motivación entonces decaerá y la idea de dejarlo brotará y será regada convenientemente con un progresivo descenso de la implicación en el trabajo diario como consecuencia de un descenso motivacional.
Si por el contrario el deportista es plenamente consciente de su plan de objetivos podrá reorganizar tanto su objetivo como el coste y poner en marcha mecanismos eficaces de autocorrección que no minarán su motivación para continuar con la actividad deportiva.